Señor Director: Se repite una vez más lo que dice la leyenda: Siempre se muere de tres en tres.
En los últimos días, primero falleció el profesor Hugo Bolívar, siguió el querido dirigente de El Morro, Héctor «Chicora» Espinoza, y ahora el periodista Daniel Díaz.
Los tres eran parte del paisaje del Iquique que muchos añoramos porque -la verdad sea dicha- lo que menos quedan en Iquique son iquiqueños.
Ya pasaron los años en que todos nos conocíamos, de los días del «Camino», del aeropuerto de Cavancha, con semáforo incluido; del clásico Hotel Prat y la Hostería; de los «piquichuquis», de «Las 5 esquinas», del paseo lindo que era la Plaza Prat, unos para allá y otros para acá, dando vueltas y vueltas y, de pronto, llegaba el amor.
Y también pasaron a la historia los cines Nacional, Coliseo y el Délfico. Y también se fueron las radios Esmeralda y Lynch. Todos recordamos que nadie colocaba llave para asegurar la entrada a las casas y funcionaba la pita que tiraba del picaporte y una serie de cosillas netamente iquiqueñas. Con lo viejo que estoy, más pena me da cuando parte uno de los nuestros. Esta carta me ayudó a ‘encacharla’ mi nieto, así que gracias.
¡Avísele don Hugo! ¡Avísale Chicora! ¡Avísale Daniel!
Rosendo.