Las deepfakes son contenidos de audio o video generados con herramientas de inteligencia artificial que buscan presentar realidades alternativas ante un hecho o respecto de una persona. La palabra es una combinación de los términos deep learning (aprendizaje profundo) y fake (falso).
En concreto, este tipo de material muestra, por ejemplo, a una persona dando declaraciones falsas o alteradas con un fin específico.
Los ejes temáticos que más abarcan las deepfakes son el pornográfico y el político, explica Guillermo Bustamante, doctor en Comunicación y académico de la Universidad de los Andes (UANDES).
PELIGRO DE LAS DEEPFAKES EN PERIODO ELECTORAL
Las deepfakes resultan un peligro para el desarrollo de la democracia, sobre todo en periodos electorales y en un contexto de “desorden informativo”, en donde conviven constantemente los contenidos verdaderos, errados, falsos y maliciosos.
Al respecto, Bustamante dice que la sociedad actual no está preparada para distinguir entre una comunicación real y una creada con inteligencia artificial: “Necesitamos que existan políticas claras y bien dirigidas que puedan dotar a toda la población de competencia en esta materia”.
De este modo, indica que “es necesario preparar a las infancias para el desarrollo de pensamiento crítico, a los adultos con usos éticos, para que cuando sean adultos mayores sean capaces de tomar decisiones basadas en hechos y no en sesgos y consejos dados por herramientas que no están pensadas para discernir, sino para responder frente a instrucciones que no siempre están bien estructuradas”.
Ahora, sobre con los procesos democráticos, el experto afirma que las deepfakes “absolutamente” podrían convertirse en un arma de manipulación electoral en Chile o América Latina.
Esto porque “con dichos contenidos se busca difundir ideas y plantear realidades alternativas, y, en esta línea, todos quienes se exponen a estos contenidos sintéticos muchas veces no cuestionan lo que están viendo porque los contenidos apelan a sus sesgos y, por lo mismo, creen que son verdaderos”.
Además, las deepfakes políticas buscan desacreditar a candidatos, personajes públicos y políticos para alterar la realidad y presentar ideas o alternativas falsas, dice el especialista
En el caso de Chile, el experto indica que aún no se han visto muchos contenidos sintéticos de esta línea, sin embargo, no tiene dudas que estos podrían aumentar mientras más se acerquen las elecciones de noviembre.
¿CUÁL ES EL GRUPO MÁS AFECTADO POR LOS DEEPFAKES?
Finalmente, Guillermo Bustamante indica que existen dos grupos que son los más vulnerables a caer en los engaños de las deepfakes:
“El primero son los adultos mayores, quienes tienen menos cercanía con la tecnología por lo que no siempre pueden reconocer los contenidos falsos de los verdaderos. Además, la mayoría de los contenidos que reciben son mediante plataformas opacas (sistemas de mensajería instantánea) lo que los hace creer con más facilidad”, afirma.
Mientras que el segundo grupo son los jóvenes, por su forma de consumir contenido y porque no siempre tienen la suficiente capacidad de detectar contenidos falsos.