Al comenzar a escribir estas líneas, necesariamente se precisa recurrir al origen del Día Internacional de la Mujer. Las mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York un 8 de marzo de 1857 decidieron protestar por los bajos salarios y por las pésimas condiciones laborales. En esta movilización murieron 120 trabajadoras. Dos años más tarde fundaron su primer sindicato. Después, en 1910 en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague se instauró esta fecha conmemorativa en homenaje a las trabajadoras que murieron en la tragedia e incendio de la fábrica. Solamente, fue en 1977 que la ONU aprobara el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
La historia de las mujeres, desde el comienzo de la humanidad, de alguna manera siempre fue parte de un segundo plano, salvo alguna excepción. Agreguemos, las diferentes culturas religiosas, políticas y sociales, le dieron el rol de ser la figura femenina dependiente del hombre. Entonces, el patriarcado se hizo presente en todas las culturas y estructuras de los poderes del estado. Sin embargo, tal innegable verdad, fueron y son registros interpretativos de historiadores varones que, por diversas razones, ignoraron la trascendencia de las mujeres en la vida del mundo y de nuestra nación. Pues, éstos relatores o escribas intelectuales, sean de la categoría social y cultural que fuesen, inclusive ideológicamente, omitieron la participación de la mujer en las batallas y conquistas logradas por ellas, en favor de sus familias y en la construcción de una sociedad mejor. De esta forma se retorció la historia y desaparece su grandeza en la humanidad.
Hoy estamos en pleno siglo XXI, a pesar de las épocas transcurridas, su rol histórico no renace, florece y resucita, con toda la importancia que tuvo en los diferentes hitos de nuestro querido Chile. A lo largo del país, hoy en día podemos tener mayores conocimientos de su papel en los diversos acontecimientos de nuestra vida nacional, sin embargo, la memoria escrita rescata a los grandes héroes de nuestra independencia y constructores de la república en desmedro del género femenino. Paradójicamente, observamos que hay numerosas obras sobre los grandes héroes de la nación, simultáneamente, no existen obras literarias sobre las heroínas de Chile.
Mañana conmemoramos un nuevo Día Internacional de la Mujer. En varios lugares de trabajo se realizarán actividades para destacar la importancia de su protagonismo en el progreso de nuestra sociedad. En diversos medios de comunicación se harán homenajes, simbólicamente se harán reseñas de su rol y nos plantearán con palabras bien escritas la fuerza de su figura. Sin embargo, lo más valioso de la lucha del feminismo, por favor tengamos presente, por sobre los rostros dotados de belleza y de figuras físicas que son materias de objeto sexual televisiva y de cine, veremos que los cambios sociales, políticos y de igualdad de género son cuestiones de textos académicos que encontramos en libros de alto costo.
Ahora, las mujeres a través de los siglos en nuestra patria se han ganado más que un merecido espacio, tanto, en la vida pública como privada. Aquí en el norte salitrero, en plena época del oro blanco, la historia del movimiento obrero, en la misma huelga general de 1907, las mujeres fueron el macizo bastión que sostuvo en alto las demandas de la clase trabajadora, entonces, la Escuela Santa María escribió las páginas más dolorosas de los obreros pampinos. Derechamente, simplemente las masacraron y fueron sepultadas en el más de los terribles olvidos y anonimatos. ¡Qué crueldad más primitiva!
Seguidamente, examinemos nuestro accionar. ¿Dónde existe un monolito en su nombre? ¿Cuántas fueron acribilladas? ¿Quiénes fueron las mujeres que mantuvieron las famosas “ollas comunes” y su organización en las mancomunales de la clase asalariada del salitre?
En el mismo siglo IXX, destacamos la valiente lucha del rostro más visible que enfrentó todas las adversidades del colonialismo machista, violador de derechos humanos y ostentador del poder político, me estoy refiriendo a la mujer que lideró la demanda para que las mujeres tuvieran derecho a voto, se trata de la abogada Elena Caffarena. Iquiqueña, sobresaliente y extraordinaria, ¿Dónde está su figura en alguna plaza de la ciudad y/o en la región? ¿Existe alguna importante calle central, avenida o escuela con su nombre? ¿Es nuestra historia y porque no se resalta su épica figura?
Este el momento y la oportunidad que tiene la ciudad de valorar la identidad de género en su vertiginoso progreso. Honrar a la mujer, no por el cueteo de militancia política sino por su aporte a la justicia, a la libertad, por su desempeño en el campo de la medicina y otras profesiones, oficios, amas de casas y dirigencia social. El rol de la mujer debiera ser levantado con la fuerza que se merece en una república realmente democrática, más justa y humana. En esta significativa fecha, sus demandas por la igualdad de derechos, de salarios iguales en cargos iguales al de los hombres, de poner fin a la violencia de toda índole por parte del género opuesto, asimismo, entre otras demandas, como el reconocimiento a sus sacrificadas labores denominadas “domésticas”, por mejores condiciones de trabajo y pensiones dignas, en fin, de cierto que estos legítimos derechos estarán presentes en los movimientos feministas, sindicatos, organizaciones gremiales, juntas vecinos, partidos políticos, religiones, etc., estoy seguro que la gran mayoría ciudadana comparte estas demandas…
Nelson C. Mondaca Ijalba
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