Señor Director: Los únicos animales cercanos en mi pueblo natal, una vieja oficina salitrera, eran los perros y los gatos. La mayoría de los vecinos tenían a estos animales en sus casas.
Nunca nos molestaron. Eran parte de la casa. Los perros nos acompañaban en nuestras andanzas por la pampa. Los llevábamos a nuestras guaridas entremedio de los desmontes calicheros siempre crujientes. Recuerdo muy bien sus nombres: Bonso, Pinocho, Pituca, Chata, Cachupín, Bobby, Terry y Muky. Esta perra boxer mientras nos acompañó tuvo 21 cachorros.
Estoy hablando cuando yo era niño, en los años 40 del siglo pasado, y aún recuerdo a mis regalones. Hoy tengo muchos años y uno de mis bisnietos me transcribe la carta en su computador y él se la envía. Hemos enviado a otros diarios, pero no las han publicado. No las consideran.
Esta carta se me ocurrió porque hoy veo que mucha gente tiene perros, gatos y, de verdad, pese a todas las campañas que se hacen hay muchos que en las mañanas le abren la puerta y que salgan a cualquier lado y eso irrita a otros vecinos, por lo que se perjudica la buena convivencia. Modestamente, mi recomendación es que si se tiene a estos animales en casa hay que tratarlos bien y, lo mejor, es que aprenden y hay que sacarlos a pasear. Son muy fieles y están con uno en las buenas y en las malas. Nunca decepcionan como sí lo hacen los amigos interesados.
Respecto a los gatos, es curioso lo que está pasando con ellos. Antiguamente se notaban sólo en agosto, en sus correrías amorosas. Hoy, el año completo revolotean, por los patios y techos. Pienso que muchos de sus amos los tienen, pero no les dan comida porque salen a romper bolsas y hurguetean en los botes de basura. Los gatos no reclaman como los perros. Se las rebuzcan solos y, como decíamos antes, «mueren en la rueda».
Perdone señor director la extensión, pero quería escribir de este tema. En otra oportunidad, tal vez le cuente de las hormigas de mi jardín. Sólo un dato, hace rato que no veo las largas filas que hacían llevando y trayendo su comida. Algo debe pasar. Muchas cosas están cambiando.
Eulogio Jara F.