Fueron miles de peregrinos -entre ariqueños y tacneños-, que tras dos años, volvieron a caminar, el pasado fin de semana, 14 kilómetros desde Chamarcusiña para estar frente a la imagen pétrea de la Virgen del Rosario de Las Peñas, en la denominada la festividad grande en el Santuario de Livilcar.
En vísperas y en la mañana del primer domingo de octubre, se llevaron a efecto oficios religiosos celebrados por el Obispo, monseñor Moisés Atisha; contemplándose , en el primero, la coronación de la imagen -entera de oro peruano-, con la presencia de bailarines, promesantes y clero, acción que llevó a cabo la presidenta de la Asociación de Bailes Religiosos “7 de octubre”, Isabel Dueñas.
El día domingo, el prelado celebró la misa tradicional junto a los bailes promesantes, oportunidad en que fueron reconocidos por años de entrega 3 caporales que a contar de ese instante dejaron de serlo, pero, juraron volver como peregrinos, en donde se destacó la labor que realizaron en sus respectivos bailes, Patricio Carvajal, María Gil y Manuel Mendoza.









