Señor Director: Pasan y pasan los años y muchos no aprenden. Sobre todo en el ámbito político. donde las ideologías son adoptadas con o sin razón, pero no por todos. El ser humano por naturaleza es libre. Es dueño de sus propias ideas y forma de mirar ‘el mundo’ como se le ocurra. Y eso debe ser respetado.
Entonces, da mucha rabia cuando se escucha, ve y lee en los diversos medios de comunicación como hay gente que trata de hacer creer que su verdad es la de todos. No es así y nunca lo será. Los que se dedican a hablar, decir o manifestar cualquier materia, en este caso me refiero a la política, deben empezar expresando: «Mi opinión es esta…»; y, en ningún caso, creer que su opinión es la única que vale y que se debe seguir. También hay que reconocer los errores, para no volver a cometerlos.
Mi opinión es que cada ser humano es dueño de sus decisiones. No se debe tratar de influir ni influenciar. Ni tampoco andar todo el día diciendo, a los cuatro vientos, que se es dueño de la verdad. Cada ser humano tiene su propia verdad, sus creencias, su ideología, su sistema de vida, su doctrina, su método. No puede llegar otra persona que está todo el santo día machacando que es dueño de la verdad. Los que creyeron que así fue, sucumbieron y ahí está la historia para demostrarlo.
Tratar de influir e influenciar lleva a cometer errores garrafales y el avance se estanca. Hay mucha historia al respecto. Lo mejor es manifestar una opinión, si es que alguien la pide, entre sus amigos, su familia, compañeros de trabajo, club deportivo, en la escuela, en la junta vecinal, en el club de adulto mayor, en la población, con las amigas de siempre, en sus diversas agrupaciones, la que sea y con los objetivos que tenga, es comenzar diciendo: «Esta es mi opinión» (no se dice «mi opinión personal»). De esta forma surge el respeto que se debe tener por cualquier congénere, por cualquier ser humano, sin condiciones.
Hay muchos que hoy se creen el cuento. Es posible verlo a diario. Y da pena tanta soberbia.
Hay un ejemplo de humildad claro y preciso: Cristo, sin ningún arma lleva 2018 años respetando al ser humano. Otros cayeron y él sigue en el corazón de millones y millones de seres humanos. Sigue predicando sin prepotencia ni arrogancia.
Gracias por publicar mi carta.
Estela Fuentes Sch.