- Psicólogos, nutriólogos, pediatras y geriatras entregan recomendaciones para prevenir accidentes, evitar descompensaciones y manejar el estrés emocional típico de estas fechas.
Con la llegada de la Navidad, aumentan las celebraciones, compras y reuniones familiares, lo que puede generar mayores niveles de estrés, cansancio y desregulación emocional. Aunque diciembre es una época asociada a la alegría y los encuentros, también conlleva riesgos vinculados a los excesos y a la falta de descanso.
Por este motivo, especialistas recomiendan mantener hábitos que favorezcan el bienestar físico y mental, además de adoptar medidas preventivas para reducir accidentes y no tener complicaciones durante las festividades.
Cómo manejar la ansiedad y las emociones en Navidad
La psicóloga de Clínica Dávila, Paola Arancibia, explica: “Aunque la Navidad suele asociarse con alegría y reencuentros, para muchas personas puede ser una época difícil. El estrés, la soledad, los conflictos familiares, la presión social y las dificultades económicas pueden intensificar síntomas de ansiedad o depresión”.
Además, agrega que la nostalgia por los seres queridos ausentes o la sensación de no poder cumplir con las expectativas también generan malestar emocional. En algunos casos, estas emociones se agravan y la especialista llama a buscar apoyo psicológico o terapia para sobrellevar mejor estas fechas.
¿Qué tips son importantes a la hora de la cena navideña?
Los excesos típicos de las celebraciones, con comidas abundantes, postres altos en azúcar y consumo de alcohol, pueden afectar la digestión, la hidratación y la energía. La nutricionista de Clínica Dávila Vespucio, Paulina Mella, aconseja tratar de no llegar a las cenas con mucho apetito porque aparte de aumentar la ansiedad, muchas veces favorece el comer más rápido y sentir malestares.
La Dra. Katherin Falck, directora médica de Help Rescate, complementa: “Lo primero es no caer en excesos de todo tipo: comida, alcohol y trasnoche, entre otros. Lo segundo, es que las personas con enfermedades crónicas como diabéticos, hipertensos, con insuficiencia renal o pacientes con algún tipo de inmunosupresión, deben evitar desajustes”.
Los “sí” y “no” para cuidar a los más pequeños
La Dra. Andrea Escobar, pediatra de la Clínica Ciudad del Mar, comenta: «Las celebraciones de fin de año suelen traer cambios en las rutinas, reuniones familiares y una mayor exposición a alimentos y juguetes nuevos. Todo esto es parte del disfrute, pero también puede implicar algunos riesgos”.
Por ello, comparte los principales puntos a los que es necesario estar atentos:
– Alimentación: Evitar el exceso de azúcar, alimentos muy procesados, riesgos de atragantamiento y posibles alergias.
– Juguetes: Cuidar piezas pequeñas, productos no certificados y prestar especial atención a las pilas tipo botón, que pueden ingerirse fácilmente.
– Otros: Vigilar escaleras, cocinas y balcones, y mantener a los niños alejados de la pirotecnia.
Acompañar e incluir a los adultos mayores
El Dr. Pablo Gallardo, jefe de Geriatría de Clínica Santa María, destaca que este periodo puede ser de vulnerabilidad emocional para los adultos mayores. A su juicio es fundamental involucrarlos en la dinámica de la celebración. Para ello, recomienda que quienes tengan mayor autonomía puedan participar en voluntariados o envolviendo regalos, lo que resulta muy gratificante.
Por otro lado, el especialista explica que está demostrado que en estas fechas aumentan las consultas de urgencia de salud mental y riesgo de suicidio en personas mayores, muchas veces detonados por la nostalgia y la soledad. “Por eso, la principal medida de protección es el acompañamiento y el resguardo afectivo, evitando que pasen estas celebraciones solos», indica.
Equilibrio, prevención y acompañamiento son las claves para disfrutar una Navidad saludable. Cuidar el cuerpo y la mente, mantener rutinas básicas y estar atentos a los más vulnerables permite celebrar sin sobresaltos y con bienestar para todos.







