Desde hace un tiempo a esta parte, se están discutiendo ciertas modificaciones a lo que se denomina Ley de Net Billing, cuyo reglamento opera desde hace unos 4 años en nuestro país.
Este reglamento, necesario para aplicar operacionalmente la Ley N° 20.571, que data desde Marzo de 2012, es el que permite conectar los sistemas fotovoltaicos o eólicos a la red de distribución eléctrica, y así, que los dueños de los sistemas puedan reducir sus pagos de electricidad.
El sistema contempla que cuando el consumo interno es menor que la producción, el excedente de energía generado por el sistema energético, se inyecte a la red. Y la ventaja es que esta diferencia es pagada por la compañía distribuidora al dueño del sistema.
Hasta el momento, el sistema denominado como Net Billing, ha operado con normalidad, pero con cierta lentitud en algunas oportunidades, debido principalmente a que, tanto los contratistas como las distribuidoras y los organismos fiscalizadores, han debido aprender respecto de cómo operar el reglamento.
Actualmente, en el congreso nacional se han estado discutiendo algunas modificaciones, tales como el límite de potencia para inyectar, subiéndola desde los 100 kw actuales a 300 kw.
Este aspecto es del todo relevante. Incrementar la cantidad de potencia permitiría que empresas de mayor tamaño vean interesante la inyección.
Hoy se tiene un límite de 100 kW de potencia nominal, que dependiendo del lugar geográfico, puede generar un máximo de 15.000 kwhr al mes (zona norte, HSe de 6 hrs.).
Es decir, que vean que a cambio de una inversión en sistemas energéticos renovables, que no son menores (entre 1 ó 3 millones de pesos/kW, dependiendo de las techumbres, localidades y otros factores), noten que pueden ahorrar una cantidad significativa de la energía consumida.
Por otra parte, sería de toda conveniencia generar procesos más sencillos que apunten a reducir los tiempos necesarios para la inyección, entre 4 a 10 meses en la actualidad, dependiendo de la experticia del contratista y de los organismos fiscalizadores y de las distribuidoras. En Alemania, por ejemplo, este trámite se logra en 1 día.
Todo esto evidencia de que nos falta mejorar la operatividad del sistema, y de esta forma, lograr que la inyección a la red se incremente.
Cada kwhr de energía inyectado, es un ahorro para el propietario del sistema, y por tanto, le permite optimizar su negocio, y en algunos casos, viabilizarlo.
Lo anterior aplica también a una serie de actividades que ven el costo de la energía como una piedra en el zapato, tales como las actividades de pequeños agricultores, artesanos, los pescadores artesanales, y una serie de pequeñas y medianas empresas que son intensivas en el uso de energía.
Y por último, aclarar que vender energía bajo este esquema, no es un pecado capital, perfectamente podría generarse un nicho de negocio en el que pequeños productores de energías renovables puedan hacer de esto, un negocio rentable y provechoso para el planeta, al sustituir quema de combustibles fósiles.
Hernán Cortez Baldassano, Ingeniero Civil, Especialista en Energías Renovables.
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