Recuerdo que hace algunas semanas atrás el Gobierno señaló que el Estado de Excepción Constitucional se extendería por 14 días, para resguardar posibles rebrotes durante el fin de semana de Fiestas Patrias.
Pues bien, este viernes pasado cambió de opinión, ya que extenderá este plazo por 90 días a partir del 15 de Septiembre, fecha en que vence la segunda prórroga ya anteriormente efectuada.
Sin embargo, también se aclaró que en el evento de que la situación de la pandemia mejore, el Estado de Excepción podría levantarse inmediatamente.
Esto significa que el plebiscito constituyente del 25 de Octubre y el cumpleaños del estallido social, se vivirán bajo Estado de Excepción Constitucional.
Un régimen de excepción es un mecanismo contemplado en la legislación para afrontar situaciones extraordinarias y graves, tales como catástrofes, desórdenes públicos, guerras, que incluye mayores poderes para el Gobierno o las Fuerzas Armadas y la suspensión o restricción de algunos derechos fundamentales.
El Estado de Excepción permitirá a la autoridad gubernativa —con limitaciones— ejercer las siguientes medidas por ejemplo, detener a cualquier persona si lo considera necesario para la conservación del orden, siempre que existan fundadas sospechas de que dicha persona vaya a provocar alteraciones del orden público.
Los derechos que se pueden restringir son por ejemplo la libertad de tránsito y la libertad de reunión, lo que a mi juicio no debería ni podría afectar el normal desarrollo del plebiscito, si tener impactos favorables en la disminución de las cifras de la pandemia.
Es claro que el Gobierno no requiere aprobación del Congreso para prorrogar el Estado de Excepción, y así lo hizo, pero también es claro que éstos últimos pueden dejar sin efecto la declaración transcurridos 180 días desde su inicio, en el evento que se considere que las razones tenida en su dictación ya no lo justifican.
Como señalo el Estado de Excepción solo afecta a la libertad de movilización y reunión, así que es perfectamente compatible con el plebiscito de Octubre, quizás no con respecto a eventuales celebraciones sobre los resultados obtenidos, pero ya habrá tiempo para celebrar, por ahora debemos focalizarnos en la reducción de las cifras de contagios por Covid.
Quizás se está viendo demasiado bajo del agua o se están sacando demasiadas derivadas sobre la medida, lo importante es que la ciudadanía, de manera ordenada asista al evento y vote por lo que su conciencia les diga.
Como lo he señalado en columnas anteriores, es del todo relevante que nos juguemos muy bien por esta oportunidad histórica, en la cual se podrá decidir y plasmar una Constitución que permita que nuestro país regrese a los valores básicos de una sociedad simple y sana convivencia, de progreso, de valores, de equidad y de tranquilidad, en que se eliminen los abusos, las inequidades y se brinde toda la salud y bienestar necesario para los compatriotas chilenos.
Hernán Cortez Baldassano