Señor Director: Si bien el cuidado auditivo se debe practicar con frecuencia, indistintamente de la estación del año, es en el invierno en que se debe tener más cuidado por el aumento de la humedad, el frío y los cambios bruscos de temperatura que generan patologías auditivas como las otitis, que inflaman, provocan dolor, supuración o perforación del tímpano, según la gravedad del cuadro.
Los padres deben asumir mayores cuidados con los cambios de temperatura, evitar pasar de un ambiente muy temperado a uno muy frío. Además, se debe evitar exponer a los niños a los ambientes contaminados como el humo de tabaco o lugares en donde concurran muchas personas como mall o supermercados.
Son estos lugares los sitios propicios para que las bacterias y virus permanecen en suspensión, pudiendo generar infecciones respiratorios o cuadros gripales importantes, que afectarán sus oídos por encontrarse íntimamente ligados en el tracto respiratorio superior.
Si los padres observan que el niño llora, está intranquilo, se queja sin conciliar el sueño o se lleva las manos a los oídos puede ser una señal de que está con algún grado de molestia auditiva o dolor.
En el caso que de los oídos caiga algún tipo de líquido amarillento o de algún color extraño y que, además, esté asociado con un mal olor, debe asistirlo con un médico especialista, ya que puede estar cursando un cuadro de otitis más complejo en donde se afectará en algún grado la pérdida de la capacidad auditiva, denominada hipoacusia
Macarena Drago Torrijos
Académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello