La Cámara de Diputados y el Senado decidieron adelantar las sesiones de esta semana en el Congreso por el feriado del miércoles (Asunción de la Virgen), por lo que no trabajarán jueves y viernes y así lograron mini vacaciones de 5 días.
Y más encima -seguro- se enojarán porque la buena disposición para concentrar el trabajo legislativo hoy lunes y mañana martes ya generó críticas incluso del diputado Raúl Soto (DC), quien manifestó su rechazo en una carta a la presidenta de la corporación, Maya Fernández.
«En momentos en que se debaten sensibles materias en el ámbito de los derechos laborales aparece como al menos imprudente que, una vez más, nuestra Corporación haga noticia por sus privilegios frente a la realidad diaria que viven nuestros representados», dijo Soto en su misiva, según consignó esta tarde el diario La Tercera y otro medios.
«Cuesta entender que el Congreso no termine de procesar los claros mensajes de la ciudadanía en torno a sus niveles de aprobación y respaldo. Es responsabilidad de todos quienes ejercemos cargos de representación popular, prestigiar a las instituciones en las que nos desempeñamos, con un alto sentido del deber y con una conducta honorable frente al juicio público».
El parlamentario DC sostuvo que hay una «falta de conexión» entre los representantes públicos y la ciudadanía: «Si tuviéramos un poco más de conciencia sobre las necesidades, intereses, demandas y sensibilidades de la ciudadanía, esta decisión claramente no habría sido adoptada», criticó.
