Iba en la carretera con mi madre, saliendo de oficina Humberstone, el año creo que era 1998, toda vez que venía hablando del «‘canto a la pampa en Santa Laura», ella no quería que fuese, porque los músicos no pertenecían a su cancionero popular, sin embargo, me entregó el libre albedrío y yo obviamente elegí asistir con mis amigos del «Eje Don Bosco». En ruta, íbamos como si fuese ayer, en un Daewoo gris. En la radio, un cassette de Félix Muñoz, uno de los tantos artistas municipales más populares de la región, cantando un temón » Pastillas de amnesia doctor». La madre no era simpatizante a este tipo de letritas con un picadito finito. No obstante movía al ritmo de la cumbia el pie, que lo liberaba del acelerador de vez en cuando.
La cumbia es un género musical y baile de origen colombiano, llegó a Iquique a través de diversas rutas. La migración y el intercambio cultural a lo largo de la costa del Pacífico desempeñaron un papel fundamental. Durante el siglo XX, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, la cumbia se difundió ampliamente en América Latina gracias a la radio y a los discos de vinilo. Sin embargo la cumbia no era el único género musical predominante en la ciudad puerto. En el tiempo de las salitreras, las estudiantinas eran el deleite con mandolinas y guitarras. Luego de la crisis, los boleros y el vals rindieron honores en casonas de pino oregón evocando el romanticismo transitando por «El Camino». Aparecieron en el escenario local el grupo «Los Bingos», cantando el tema «Ansiedad» y muchos más. Los clubes deportivos se convierten en nichos de reuniones sociales y de entretenimiento, recibiendo el nombre de malones. Los grupos como «Los New Demons» tocaban en vivo sacando a bailar a toda la gallada iquiqueña. A mis 6 años, en casa ,una vieja radio a pila sintonizaba la Lynch, pero la historia pasada escribe las tardes musicales con radio Esmeralda y El Salitre. Los malones aún sobrevivían en los ochenta y noventa, el club Rápido preparaba una cena bailable con un picante de conejo o de guata con pata para los socios, contratando artistas estelares como «Félix Muñoz»,»Deisy Ruiz» y el fallecido «Carlos Sentimiento Ávalos», el cual nos dejó un gran legado musical, especialmente el «Vals a Iquique» orquestado por el maestro Berrios, que lo grabó en formato CD, en la obra musical literaria, «Del Chumbeque a la Zofri», que produjo el profe Bernardo Guerrero. Aparte de los malones, se desarrollaban los famosos tambos , con la presentación de bronces y lakas. Cuenta la leyenda urbana que mientras el grupo de lakitas «Kimsaqalqu Manqha» tocaba el contagioso «El Zapato», uno de sus integrantes abandonó el instrumento para irse a bailar hasta la madrugada.
El abanico musical de mi querido puerto es tan diverso, desde bailar una cumbia con la orquesta del Ñatito Cortés, bailar apretadito un vals de Lucho Barrios, hasta embelesarte con lágrimas negras de la «estudiantina Tamarugal de Pozo Almonte».
Bueno, mientras cruzábamos la camanchaca, mamá comenzaba a relajarse con el tema «Morena » y luego con » Amargo amor «.
Como no recordar a Félix Muñoz , si se vendían cassettes en el mercado y las fuentes de soda. Como no recordar, cuando fue al programa «Sábado gigante». Cantaba en poblaciones, contratado por la municipalidad de Iquique y se bailaba hasta las 6 de la mañana. Participaba en beneficios y en cuanto escenario local hubiese en el glorioso. Se comenta que el «Rey de la cumbia» se convirtió al cristianismo y se encuentra radicado actualmente en Argentina, con muchas ganas de volver a cantar las antiguas y nuevas canciones en el glorioso puerto heroico.
Saben, los ecos de la plaza Condell aún resuenan hasta el día de hoy, lugar que fue escenario seguro para los cantantes emergentes y consagrados. Cada sábado me escapaba de mi casa para ir a ver a un cantante local o de Arica; tal fue el caso de Américo y su padre Melvin. Se me pasaba la hora volando y era inevitable no contagiarse con el ritmo de todas las cumbias.
Yo me quedo con la canción más escuchada por artistas y parroquianos, en radios,cantinas, bares, fiestas, matrimonios y clubes deportivos. Yo me quedo con el «Rey de la cumbia», Félix Muñoz cantando con sentimiento » Pastilla de amnesia doctor» .
Sonia Pereira Torrico
Fotografía: Diego Jiménez
