-Ya se han desarrollado 5 talleres en diferentes localidades y con distintos actores, para que la comunidad se parte activa del proceso
Ubicada en una de las zonas más singulares del litoral del norte chileno, el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) “Mar de Pisagua” resguarda un ecosistema marino de alta productividad biológica, clave para la reproducción de especies de importancia ecológica y pesquera. Esta área protegida, declarada en 2023, no solo alberga una valiosa biodiversidad que incluye fondos rocosos, bosques de macroalgas y comunidades bentónicas, sino que también sustenta la vida de comunidades costeras históricamente vinculadas al mar, como los sindicatos de pescadores artesanales de Pisagua.
En ese contexto, la elaboración participativa de su Plan de Manejo —liderada por el Ministerio del Medio Ambiente con apoyo del Proyecto PNUD GEF Humboldt II— representa un paso clave para garantizar una gestión efectiva del área. A lo largo de siete meses, se desarrolló un proceso inclusivo, abierto y territorial, que involucró activamente a pescadores artesanales, sindicatos locales, representantes de la comunidad de Pisagua, instituciones públicas, sector privado, organizaciones de la sociedad civil y expertos técnicos. Se realizaron entrevistas, talleres presenciales, reuniones en terreno y espacios de discusión y retroalimentación por parte de la comunidad, asegurando que la propuesta del plan se construyera de forma participativa, con base en información técnica, diálogo multisectorial y el reconocimiento de los distintos saberes presentes en el territorio.
Este proceso colectivo permitió construir una propuesta técnica con fuerte legitimidad local, basada en la articulación entre conocimiento científico y saberes territoriales. La propuesta de plan identifica como objetos de protección los bosques de macroalgas, las especies marinas en categoría de conservación, los sitios de anidación de aves, los hábitats bentónicos y las prácticas tradicionales de la pesca artesanal. Frente a amenazas como la sobreexplotación, la contaminación, el cambio climático y la presión sobre los hábitats, propone una zonificación clara con zonas de: conservación, uso sustentable y de uso restringido, en equilibrio entre conservación y desarrollo.
Uno de los elementos más relevantes es la propuesta de una estructura de gobernanza centrada en la conformación de un Consejo Local de Gestión, concebido como una instancia plural y vinculante que articule a los distintos actores del territorio. Su diseño —también participativo— busca asegurar una representación efectiva del sector pesquero artesanal, la comunidad local, servicios públicos y organizaciones con rol en la conservación y uso del mar. Se incluyen principios orientadores como la equidad, la transparencia, la participación informada y el monitoreo conjunto.
Los resultados de este proceso fueron presentados a la comunidad de Pisagua el 25 de junio, y posteriormente en Iquique, para facilitar el acceso a la información por parte de servicios públicos, sector privado y actores regionales. En ambas instancias se destacó el carácter participativo del proceso y el valor de contar con un instrumento construido desde y para el territorio.
Con la entrega de esta propuesta a la SEREMI del Medio Ambiente, se iniciará una nueva etapa: la consulta pública. Este será un espacio clave para que la ciudadanía conozca el contenido del plan, formule observaciones y continúe contribuyendo activamente a su construcción final.
El Plan de Manejo del Mar de Pisagua no solo marca un precedente para la conservación marina en el norte de Chile, sino que demuestra que es posible construir modelos de gobernanza sostenibles a través del diálogo, el conocimiento compartido y el compromiso de las comunidades que cuidan el mar.