Con el propósito de transformar la cancha de futbolito del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Iquique, CCP, en un hermoso espacio que aparte de la práctica de diversos deportes, sea un lugar de esparcimiento y reflexión, se desarrollan trabajos para hacer del lugar una instancia de compartir y disfrutar de gratos momentos.
La idea surgió del cabo primero, Nelson Monsalvez Aguayo, funcionario del CCP Iquique, quien presentó el proyecto en una reunión de líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuya idea fue marcar la diferencia del espacio que comparten las internas como los propios funcionarios de la institución .
Dicha iniciativa comprende la reparación de baños, cambio de cañerías y la pintura de las paredes del recinto deportivo. “Queremos transformar el lugar en un espacio con propósito, un hermoso lugar con mensajes de esperanza, con imágenes que recuerden a Jesucristo en las Américas, con palabras que fortalezcan la fe y con murales que inspiren a quienes estén aquí a no rendirse y a mirar hacia adelante”, expresó.
Nelson Monsalvez, agregó que el espacio cumple con doble finalidad, para las internas, es un lugar de talleres, recreación y actividades deportivas, que ayudan a la convivencia y a la reinserción. Para los funcionarios, representa un lugar de distracción, de desahogo y un aporte real a la salud mental en medio de las grandes responsabilidades que se desarrollan día a día.
“Los funcionarios muchas veces estamos absorbidos por nuestras obligaciones, rutinas, problemas y dejamos de lado lo más importante. También necesitamos conocer este evangelio, necesitamos un respaldo espiritual y qué mejor que hacerlo en la Iglesia verdadera, donde aprendemos que lo más importante es la familia. Ese es el pilar fundamental que sostiene todo, la posibilidad de tener una familia eterna, de vivir para siempre con nuestros hijos, con nuestra esposa y con nuestro Padre Celestial. Esa promesa nos da fuerzas para enfrentar las pruebas de la vida y nos recuerda que más allá del uniforme y de nuestras responsabilidades, también somos hijos de Dios con un propósito mayor”, expresó.
Agradeció a los funcionarios que desinteresadamente, apoyaron la materialización del proyecto como el sargento Bernardo López, el cabo Juan Ávila. A las internas de los módulos 2, 8 y Terapéutico, quienes con su disposición hicieron posible el logro del cambio estructural del recinto deportivo y a los integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Finalmente, dijo que “este proyecto, entonces, no solo busca hermosear un lugar. Busca transmitir que el cambio es posible, que la esperanza existe y con fe podemos alcanzar una vida mejor. Espero que sea el primero de muchos, tanto internas como funcionarios podamos seguir recibiendo bendiciones a través de iniciativas como esta”, apuntó.