Soñaba con el primer vuelo de la gaviota, hace ya tantas décadas atrás. Los huesos y la piel gastada por el tiempo desean trasmitir y resarcir la primera nostalgia , la primera bocanada de aire puro, a eso que tanto añoras en un mes muy especial, el mes de los iquiqueños, el mes de mayo. Sólo tú heroica ciudad de mis amores dibujas la silueta perfecta entre el pasado y el presente. Desde el puerto lejano, te observo, te admiro y te sigo en tus sutiles movimientos. No es menester tu acorazada fortaleza para empaparme de ti , estoica salvadora.
El 21 de mayo de 1879, el Capitán Prat sólo deseaba cumplir con el deber, con la patria y defender esa bandera de los enemigos. La llegada del monitor peruano Huáscar es inminente. Las posibilidades de hacerle daño al acorazado son mínimas, sin embargo, la hidalguía de un soldado es no rendirse. La contienda es desigual , nunca la bandera se ha arriado frente al enemigo,¡Viva Chile!. ¡Toque de zafarrancho de combate! son sus últimas instrucciones. ¡Batería de babor…fuego!. Los peruanos disparaban desde la costa. La Esmeralda se aleja , se le quema una caldera, es una mosca pegada en la miel. Prat prevé lo peor, llama a Zegers, dándole el último mensaje, dile a Carmela que mis votos y mis últimos pensamientos son para ella. En el segundo espolonazo a la Esmeralda, Prat aborda con el sargento Aldea el buque peruano. Con espada en mano, recibe un disparo en la cabeza. Que imágenes pasaron por esos segundos de agonía ese 21 de mayo de 1879, estoy segura que la de su bella Carmela.
Para los iquiqueños, la muerte de Prat inspira un profundo sentido de patriotismo y compromiso con la defensa de su tierra y su país. Su ejemplo de liderazgo y sacrificio resuena en la comunidad, sirviendo como recordatorio de la importancia de la lealtad a la patria y el deber hacia los demás.
Prat es honrado y recordado en Iquique a través de monumentos, conmemoraciones y actividades que mantienen viva su memoria y su legado para las generaciones presentes y futuras. También a través de la nostalgia viva que embarga a los Iquiqueños residentes y los que están repartidos por el mundo, como yo. Mayo es el mes de Prat, el mes de los Iquiqueños, del diario mural, de los inicios del club deportes Iquique, de la radio El salitre, del terremoto y tsunami en en el puerto de Chanavaya. Imborrables son las calles en Iquique, coloridas de rojo ; azul y blanco por las «Dos Estrellas» y librería «Glasinovic». Las banderitas flameando incesante por la plaza y calle Baquedano . Como olvidar cuando se pintaban las casas, se limpiaban los techos y se dejaba la casa sopla. Se iba al desfile en el paseo Balmaceda, tal cual lo haré personalmente en dos días más, que lujo, que honor volver a escribir los colores de mayo, reposados sobre los velos del mar del naufragio . Sólo un iquiqueño sabe lo estoy sintiendo en este momento, mecer la pluma con la proeza del comandante y sus soldados a partir de un 21 de mayo , el día que aprendimos a lanzarnos al abordaje sin miedo al combate.
Sonia Pereira Torrico
Fotografía: Hernán Pereira Palomo