Todo indica que luego saldremos de la desmedrada situación en que nos encontramos producto de la pandemia.
Desde principios de Marzo hemos estado afectados por el Covid-19, teniendo cifras crecientes de contagios que nos ha llevado a superar las 300 mil personas, sin embargo, desde hace 10 días la cantidad de contagios activos ha venido disminuyendo a niveles del 17 de Junio pasado (período en que se llegó al peak de los casos). Hoy no se superan los 25 mil casos activos, tendiendo a la baja, lo cual dentro de todo lo malo, es esperanzador.
Sin embargo, como lo he señalado en columnas anteriores, hay otras pandemias que atender, tales como la pobreza y la delincuencia.
Estamos viviendo tiempos muy agitados, después del estallido social llegó la pandemia, tenemos más delincuencia y la pobreza ha aflorado más allá de las cifras escritas en documentos o estudios.
Sin embargo, creo que lo que se nos viene encima próximamente es tan o más importante aún, inclusive creo bastante más intenso de lo que hemos estado viviendo hasta el momento.
Me refiero a por ejemplo la anhelada recuperación, hay muchos caídos en este período, todo lo cual ha implicado fuerte incremento en la tasa de desempleo y una caída importante en la actividad económica.
A pesar de las ayudas que ha implementado el gobierno en calidad de medidas paliativas, éstas no llegan oportunamente, o bien no alcanzan para todos, a pesar de los esfuerzos desplegados.
Otro desafío que deberemos enfrentar en el corto plazo, será la forma en como volveremos a la normalidad anormal, y en el largo plazo, definir la forma de una nueva sociedad que se comporte adecuadamente con respecto al cuidado del medio ambiente, los combustibles, el transporte, la alimentación, la convivencia, entre muchas otras cuestiones básicas a definir en una sociedad moderna.
Qué gran desafío para una sociedad acostumbrada al derroche, la descalificación y la falta de empatía.
Creo que los chilenos desde décadas no hemos estado a la altura, tampoco los políticos quiénes con su odioso dogmatismo, han debido permanentemente justificarse por su falta de eficiencia y empatía, tampoco hemos demostrado demasiada modernidad en nuestro comportamiento, quizás guarda relación en cierta manera a la falta de educación o bien al sentido común de los comunes.
Tenemos este tremendo desafío que se suma a una nueva constitución, a mejorar sectores de la economía (isapres, afp´s, carreteras, educación, etc.), a salvar al amplio espectro de la golpeada clase media, pero a la vez, disponemos en nuestras manos una tremenda oportunidad, cual es que a contar de la normalidad anormal, podemos crear una sociedad moderna, más justa y llena de oportunidades, y que todos los diseños estructurados a la fecha, que han demostrado ser bastante anticuados y sin gran participación, sean modernizados pensando mucho más en el bien común y sin abusos en contra de las personas ni el planeta.
Hernán Cortez Baldassano
Ingeniero Civil U. Chile
Gerente General
Enersa
hcortez@enersa.cl