Como un aporte fundamental y buena experiencia, fue calificado el trabajo de los penados que cumplen condenas en el Programa Social en Beneficio de la Comunidad, PSBC, dependiente del Centro de Reinserción Social, el que se desarrolla en el Centro Comunitario “El Refugio”, perteneciente a la Corporación Niños de la Huella, ubicado en la población “Jorge Inostrosa”.
La iniciativa programada en dos días, ya cumple seis semanas, producto de las necesidades del establecimiento que atiende a 30 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, promocionando sus derechos y deberes, lo que se ejecuta mediante el arte y cultura. Para ello se trabaja con laboratorios creativos y todos los días se entregan diversas actividades.
El CRS dispuso como delegados a Daniella Encina y Claudio Sepúlveda, que fiscalizan el cumplimiento de los penados e informan al tribunal. Mientras que la supervisora en terreno Marlux Ibáñez, tiene un destacado trabajo junto a las personas que son derivadas a terminar su pena impuesta por el tribunal.
Marlux dijo que esa labor se desarrolla con seis penados y se ha extendido a la fecha producto de las necesidades que presenta el centro. “En el lugar hemos efectuado limpieza, clasificación de material, ordenamiento de la bodega, mejoramiento del baño, la cocina, pintura, instalación eléctrica, todo tipo de obras menores y aseo general. Los resultados son óptimos y lo propuesto se cumple a cabalidad”.
Además, con el mismo personal prestan apoyo a la junta de vecinos Progreso, donde han apoyado en limpieza, retirar escombros y pintura de la sede.
La directora del Centro Comunitario “El Refugio”, Inés Aguayo Flores, se mostró agradecida por la labor que cumplen los penados destacando el apoyo en aseo, ordenamiento y distribución. “El apoyo que nos brindan es super importante en el trabajo grupal, lo que constituye que ellos también son parte de la formación de los niños, donde encuentran un espacio ordenado y limpio. Están bien dirigidos por la supervisora de Gendarmería”.
Mientras que Gisela Pérez, ingeniera comercial, ciudadana mexicana, dicta fortalecimiento organizacional, posicionamiento de imagen y comunicación social a los 30 niños del lugar, dijo que “desde el primer día que llegaron, ha sido un trabajo maravilloso, tan detallista, tan específico. No solo vienen a cumplir un tiempo determinado porque así está dicho, sino que vienen y buscan mejorar, aportar y se aprende a que el trabajo es cumplir con lo que tenemos que hacer. No llegan para que pase el tiempo, sino que vienen a aportar”.
Esta es una prueba que el trabajo del PSBC, da sus frutos y está encaminado al cumplimiento de las labores propuesta para que las personas que tienen deudas con la justicia en vez de pagar con cárcel, lo hacen trabajando para entidades de la comunidad.