El arribo del buque factoría Margiris no solo representa un alto volumen de transferencia de carga —con más de 5 mil toneladas de producto—, sino también una importante generación de empleo para las y los trabajadores portuarios.
La operación contempla la utilización de 175 contenedores refrigerados (reefer), lo que implica un despliegue logístico de alta exigencia, que se extenderá por al menos 9 a 10 turnos de trabajo. Esto abre nuevas oportunidades laborales directas para operadoras y operadores, principalmente en el Terminal Molo.
La nave Margiris, construido en 1997, es el segundo barco pesquero más grande del mundo. Cuenta con una eslora de 140 metros y actualmente navega bajo la bandera de Lituania.
Desde Empresa Portuaria Iquique (EPI) destacaron que cada vez que se recibe una nave factoría de esta magnitud, se activa de forma inmediata una cadena logística que involucra a múltiples trabajadoras y trabajadores portuarios. Este tipo de recaladas refuerza el rol estratégico del Puerto de Iquique como fuente de empleo formal y dinamizador económico para la región de Tarapacá.
La carga proveniente del Margiris —principalmente compuesta por pesca procesada y congelada, específicamente jurel y caballa, capturada en aguas internacionales— será consolidada en contenedores y exportada hacia África, reafirmando la vocación exportadora y la conectividad internacional del recinto portuario.
Para conseguir esta recalada, Maersk (perteneciente a un conglomerado de Dinamarca y que es una de las principales a nivel mundial), gestionó e hizo posible la confirmación del arribo de la embarcación.