Señor Director: Si los iquiqueños, de verdad, nos ponemos la mano en el corazón, derechamente, podemos decir que el reloj de la Plaza Prat hace rato que está «dando la hora», expresión chilena que deja muy en claro la situación.
No es un tema del aquí y ahora. Viene décadas «dando la hora». Hermes Valverde, iquiqueño relojero como su padre, sabe que hace lo que puede.
Un gran saludo a todos los iquiqueños que quedan. Y ruego porque los 150 millones del proyecto de reparación sean bien gastados. Y, háganlo rápido. ¡Qué no ocurra lo del Teatro Municipal y la Aduana!
En nombre de Chiricaco