Señor Director: Recorriendo los barrios antiguos de Iquique, me encontré con un reparadora de calzado, en calle Latorre con 21 de Mayo.
Antiguamente, el oficio de zapatero era muy común. Media suela y taco, tapillas, etc. eran las «pegas» más requeridas. Había zapateros que dejaban los zapatos como nuevos. Hoy es un oficio prácticamente desconocido por los jóvenes del Siglo XXI.
Observando este negocio se vinieron a mi «mate» montones de recuerdos de los años simples, cuando el tiempo transcurría lento no como hoy que un año pasa volando. Imagínense ya está terminando enero y parece que fue ayer que estábamos en Año Nuevo con drones. Como sea, felicito al dueño de esta reparadora porque sin preguntarle, me imagino que tiene una fe tremenda. Dios lo ayude siempre.
Rosauro Liendro