Con el objetivo de relevar las vivencias de las infancias y las juventudes en dictadura y abordar desde lo pedagógico y estudiantil los desafíos que persisten para promover y proteger los derechos humanos y la democracia, la Seremi de Educación organizó el conversatorio “Voces con memoria: relatos de infancia y juventudes en dictadura”, en el contexto de los 52 años de conmemoración del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
La cita reunió a autoridades, académicos, investigadores, docentes, estudiantes secundarios y universitarios, agrupaciones de derechos humanos, detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, en el Salón Auditorio de Educación.
Pedro Medalla, delegado presidencial regional (s) de Tarapacá destacó el valor de salvaguardar la memoria. “Es importante inculcar estas ideas de preservar la memoria, de cómo se cuenta la historia respecto de los hechos que acontecieron. Poder escuchar estos relatos de la expositora Leonor, que fue una niña cuando sucedieron las detenciones de sus padres, o de la estudiante que hace una reflexión de lo que hoy día se está enseñando en las escuelas en este tipo de materia, yo creo que es importante que un día como hoy podamos tener este tipo de actividades que conmemoran esta fecha que duele mucho para muchas personas todavía en el país”, dijo.
En tanto, la seremi de Educación, Carolina Vargas, recordó su experiencia en dictadura y reflexionó sobre el desafío de la educación en la preservación de la democracia. “Hoy, a través de estos relatos, conocemos las vivencias personales y familiares, los testimonios más íntimos que nos exhortan a reflexionar sobre la trascendencia de la formación en derechos humanos y democracia para las futuras generaciones. Hoy más que nunca necesitamos tener verdad, justicia y no repetición para construir una sociedad digna y justa para todas y todos”.
Expositoras
Durante el diálogo expusieron tres representantes del mundo educativo y estudiantil, quienes plantearon sus experiencias y visiones sobre el periodo de dictadura y cómo este periodo ha repercutido en sus vidas, sus familias y sus proyectos personales.
Sayen Baeza, estudiante de 17 años del Colegio Bajo Molle de Iquique, se refirió al interés sociopolítico de los jóvenes respecto de este proceso histórico. “Este periodo estuvo marcado por una generación que vivió en la dictadura y que vivió miedo y represión. Quiero hacer un llamado a los jóvenes para sigan soñando y que ese idealismo no se pierda nunca”.
La socióloga e investigadora social, Leonor Quinteros, se refirió a la vulneración de los derechos humanos de la infancia y de la juventud durante la dictadura.
“Hay muchos casos que aún no han sido registrados, muchas familias callan por vergüenza y por temor. A través de un estudio cualitativo que hice para mi doctorado, me pude dar cuenta que ésta es la punta del iceberg, detrás de los datos estadísticos y duros hay familias, hay comunidades, hay barrios incluso que fueron completamente destruidos, desmembrados y separados y por eso mi tesis doctoral lo que busca establecer es no solamente esta meta de la dictadura o esa fijación del objetivo de eliminar a las personas porque también se eliminaron comunidades y se destruyeron lazos familiares y las vidas cotidianas que la gente compartía también se destruyó. A lo que yo apunto es que lo que nosotros vemos es la punta del iceberg hay mucho más detrás, lo que hubo fue una destrucción de las redes sociales y comunitarias”, sostuvo Leonor Quinteros.
En tanto, Geraldine Valenzuela, profesora del Liceo Domingo Santa María manifestó que es trascendente abordar en clases las temáticas sobre derechos humanos y democracia. “Hoy es urgente hablar de derechos humanos para generar espacios de reflexión, de análisis y de compromiso con la valoración y el respeto irrestricto de los derechos humanos, eso es muy importante. Que hoy vivamos en derechos y libertades es justamente porque se han tenido que ganar y no hay que olvidarse de eso y llevarlo al aula y hablarlo con niños y niñas es una tarea de todos los días”, aseguró la docente.
Luego de las presentaciones, los participantes del diálogo compartieron sus experiencias de vida, desde sus diferentes roles, como estudiantes, docentes, dirigentes, académicos y también como integrantes de familias, comunidades vecinales y organizaciones sociales, para finalizar con la invitación a continuar preservando y promoviendo la memoria y la democracia.