Señor Director: La inmigración es cuando una persona entra en un país extranjero para vivir, dejando su país de origen.
Esta definición es fría, escueta. Evidente, porque son simples palabras.
La inmigración, emigración migración, como sea, implica un inmenso dolor. Nadie deja su país natal sin dolor aunque se vaya al mejor trabajo en cualquier parte del mundo. Más aún si se trata de una huida como última alternativa.
Chile se formó con una enorme cantidad de seres humanos que dejaron su país. Iquique siempre fue cosmopolita. Basta ir al Cementerio 1 para comprobarlo.
Imagínense ustedes si nosotros, los chilenos, tuviéramos la mala suerte de tener un dictador como Nicolás Maduro o Raúl Castro. Lo pasaríamos peor que los hermanos venezolanos porque tendríamos que huir en masa a Bolivia o Perú, países más próximos que no son como el nuestro. Tampoco Argentina está bien. Palpemos hasta dónde es capaz de llegar la mala acción y odiosidad de los dictadores que hacen gala de la opresión.
Hoy, los venezolanos están sufriendo y nosotros debemos tener el valor moral de ayudarlos. Todos sabemos lo que significa caminar en plena pampa, de día y de noche. Y más encima en plena pandemia. Hay que ser caritativo, humanitario y hacer carne aquello de “Hoy por ti, mañana por mí”, por supuesto y más; es mejor decir: “Ayudo porque se debe dar la mano al que sufre”.
Tres mujeres iniciaron mi familia, a finales del siglo 19 y comienzos del 20, en las caravanas que traían ganado en pie desde Argentina por el Paso de Jama a Calama y de ahí a las salitreras que estaban en el Cantón Bolivia, después llamado Central, en la franja calichera detrás de la Oficina Chacabuco, en la región de Antofagasta. De allí nace el inmenso amor que tengo por los inmigrantes. ¡Cuánto dolor y sufrimiento sintieron mis tres parientes! Mujeres que después labraron un inmenso futuro para sus respectivas familias formadas en Chile, con la ayuda y bondad de almas que les tendieron la mano y su corazón.
Dios proteja a Chile. Ayudemos a los que están huyendo de su país para evitar el dolor a sus hijos.
Beño Alsogaray W.
