- El norte del país, y particularmente la I región, podría llegar a ser una potencia mundial en Hidrógeno Verde.
- Tarapacá dispone de un potencial energético gigantesco y una costa de más de 250 kms., insumos claves para la producción de Hidrógeno Verde.
- En 400 Km2 de nuestro desierto podríamos generar la energía que necesita todo el país
- Ser potencia mundial demanda resolver situaciones locales básicas e imprescindibles, la solidaridad energética
- Cuando tengamos resuelto el déficit de energía y de agua en localidades del interior y de las caletas de pescadores artesanales, habremos llegado a la adultez en materia energética.
En términos generales, podríamos señalar que toda la zona norte del país podría llegar a ser una potencia de nivel mundial en la producción de Hidrógeno Verde (H2V).
Particularmente, la región de Tarapacá cumple con todos los requisitos que le permitirían alcanzar este liderazgo.
Para producir H2V es necesario tener energía renovable y disponer de agua. Las estimaciones nos señalan que para producir 1 Kg de H2V necesitamos 50 kWh de energía y 9 litros de agua purificada.
Para tener un orden de magnitud del significado de 1 Kg de H2V: permite movilizar un automóvil por 100 Km de distancia o el consumo diario de energía para 15 viviendas.
En relación a la energía, insumo básico para el proceso de electrólisis (proceso que produce el Hidrógeno separando las moléculas de H2 y Oxígeno), hemos dicho que con menos del 1% de la superficie del Tamarugal (400 Km2), se podría generar la energía que requiere todo el país, con mayor razón para generar la energía necesaria para el H2V (esa superficie equivale a un cuadrado de 20 Km por lado, la distancia aproximada entre Pica y La Huayca).
El otro insumo esencial para la producción del H2V es el agua. Pero también es un tema resuelto, disponemos de más de 250 Kms de costa desde la cual podemos obtener agua purificada desde el mar mediante plantas desalinizadoras (plantas que transforman el agua de mar en agua purificada para el proceso de electrólisis y otros procesos industriales).
Para el resto del proceso, me refiero al uso del H2V; la ingeniería, la investigación y el mercado ya están en movimiento: disponemos de autos, camiones, trenes y aviones que emplean H2V como combustible y tenemos la fabricación de pilas de combustibles (fuel cells) que permiten producir energía eléctrica para los más diversos consumos.
Como lo hemos señalado en columnas anteriores, Tarapacá puede dar un salto gigantesco en materia de tecnología y desarrollo local, empleando la tecnología y el conocimiento en materias tan relevantes como las energías renovables, la desalinización y en las aplicaciones del hidrógeno verde H2V, todo lo cual permitiría avanzar con proyectos de desarrollo local con enormes beneficios económicos y sociales, entre muchos otros provocar un fuerte desarrollo del interior por intermedio de la agricultura, con agua y energía abundante.
Se puede lograr, pero para aquello hay que trabajar duro y de manera ágil, tenemos que lograr una verdadera revolución en muchísimos ámbitos.
En lo formativo como lo ha señalado Ricardo Bonacic (presidente de H2V Tarapacá), y también en lo productivo y en lo comunitario tenemos un gran desafío para lograr que estos sectores se desarrollen de una manera sustentable.
Lo que hay que hacer es trabajar duro para estos objetivos, la historia de Tarapacá y su gente lo merece con creces.
Hernán Cortez Baldassano, Ingeniero Civil U. de Chile
hcortez@enersa.cl