Hoy conoceremos un poco la historia del Regimiento Cívico Movilizado Linares, una unidad que pocos conocen, pues se mantuvo siempre en el ejército de la reserva.
El 29 de julio de 1880 se decreta lo siguiente: Se acepta el ofrecimiento que hacen los Batallones Cívicos de Infantería de la Provincia de Linares para la formación de un Regimiento Cívico Movilizado, denominado “Linares”.
El mencionado Regimiento constará de 2 Batallones de 4 Compañías cada uno.
La Plana Mayor se compondrá de 1 Jefe principal, de la clase de coronel o teniente coronel; de 1 2º Jefe, de la clase de teniente coronel; y de un 3º, del empleo de sargento mayor; de 2 capitanes ayudantes, de 1 subteniente abanderado, 1 sargento 2º, 1 cabo 1º, y 10 tambores o cornetas.
La 1º y 2º Compañías de cada Batallón constarán de 1 capitán, 1 teniente, 2 subtenientes, 1 sargento 1º, 6 sargentos 2º, 6 cabos 1º, 6 cabos 2º y 130 soldados.
La 3º y 4º Compañías tendrán la misma dotación de oficiales y clases que las anteriores, con solo 129 soldados.
En octubre de del mismo ya año ya en Santiago se preparan para partir al norte, llegando dos meses después a Calana, poblado cercano a Tacna, permaneciendo solo un par de meses, para después ser destinados al Departamento de Tarapacá, guarneciendo distintamente Iquique, Santa Catalina, La Noria y San Antonio de Zapiga, donde dejan su nombre en el cerro tras el poblado como homenaje a su ciudad, mismo nombre que hasta hoy se puede apreciar.
En febrero de 1882 embarcan en el Vapor Amazonas para regresar a Chile y terminar su participación en la guerra.
Por Mauricio Pelayo González
Un hombre solo muere cuando se le olvida…