En la reactivación de la Mesa Regional del Vino, presidida por el Intendente de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada Torres, investigadores de la Universidad Arturo Prat presentaron un programa de industrialización del “Vino del Desierto”, el cual se proyecta a tres años plazo y con una inversión cercana a los dos mil millones de pesos que considera el cultivo de diez hectáreas de vid.
La máxima autoridad regional valoró los avances en 15 años de investigación de los profesionales de Unap, precisando que “para la nueva etapa, esta instancia regional que involucra a actores públicos y de la academia, comenzará a trabajar nuevamente para potenciar este patrimonio único, y que tiene insospechadas proyecciones desde la perspectiva económica, considerando la producción a gran escala de vino, dándole valor agregado al turismo y la agricultura vitivinícola del Tamarugal”,
En la primera sesión de 2019 de la Mesa Regional del Vino, participaron como integrantes el Rector de la Universidad Arturo Prat, Gustavo Soto Bringas; el Seremi de Agricultura, Fernando Chiffelle Ruff; el director regional de Corfo, César Villanueva Vega; el director regional de Serctotec, Patricio Burg León; la directora regional de Sernatur, Bárbara Rojas Tamborino; y representantes de la Gobernación del Tamarugal, Diplad del Gore; y de la Corporación de Desarrollo Productivo de Tarapacá.
En la oportunidad se consideró ampliar el número de miembros. En la próxima reunión se incorporarían a este cuerpo colegiado la senadora Luz Ebensperger Orrego, en su calidad de gestora en el parlamento para obtener la denominación de origen para el Vino del Desierto; y el gobernador provincial de Iquique, Álvaro Jofré Cáceres, quién se sumó al encuentro en calidad de invitado.
La presentación de la propuesta futura del Vino del Desierto, estuvo a cargo de los académicos Marcelo Lanino, Álex Zúñiga e Ingrid Poblete, quienes hicieron una reseña de los 15 años de investigación, de la actual ejecución del proyecto FIC “Enoturismo del Vino del Desierto”, y una propuesta para la industrialización de este producto único y patrimonial de la pampa del Tamarugal.
El plan, entre sus principales puntos se orienta a afianzar la denominación de origen Proyecto FIC “Enoturismo del Vino del Desierto”, capacitar a nuevos viticultores, incrementar la superficie vitivinícola con material genético adaptado a condiciones de desierto extremo, mejorar la capacidad productiva y asociativa, y establecer un sello identitario para la región de Tarapacá.