Señor Director: Siempre renacen palabrejas y se ponen de moda. Hay un montón en el último tiempo: Empoderar, apalancar, visibilizar, etc.
Hay una que no suena como lo que es. En los últimos días la he escuchado y leído mucho. Me refiero a la palabra vandalizar.
Se refiere a que si han hecho mierda alguna estructura (sean estas casas, tiendas, negocios, semáforos, calzadas, veredas, rejas, autos, etc.) en un ataque desenfrenado, como sucedió con dos iglesias en Santiago, entonces ya no rige la palabra destrucción, sino que vandalizar la derivan a vandalizaron.
El asunto es que la palabra está de moda. Se podría decir que los autores del daño no hicieron nada más que vandalizar. Y eso ¿Es poco o mucho? ¿Merece condena?
Muchos piensan que la palabreja es nueva. Y no. Es más vieja que el hilo negro. Está en boga desde el 18 de octubre de 2019 y ahora, un año después. Y, al pasar me digo: ¿Qué culpa tiene el general Baquedano? Pensar que don Manuel estuvo en 1879 en Pisagua.
A propósito de las acciones de los manifestantes enojados, iracundos y molestos con todo lo que sucede aquí en el país y en el mundo entero y que vimos el domingo pasado pintando una vez más al general Baquedano, ahí escuché nuevamente esta palabreja: Vandalizaron el monumento. Suena suave la acción. No lo pintarrajearon, sino que fue vandalizado.
Les quiero contar que los vándalos saquearon Roma en el 455 y anteriormente, en el 439, habían ya capturado Cartago. ¿Ven? Si la cuestión no anda al lote.
Ya en tiempos modernos se le atribuye el uso del término -del francés: vandalisme- a un informe redactado por Henri Grégoire, obispo constitucional de Blois, en 1794, para proponer una política nacional de protección de obras de arte durante la Revolución Francesa. Sin embargo, el participio pasado del verbo vandalizar en inglés aparece en la década de 1640. ¡Ven que es viejo! Se los dije.
Por otra parte, el historiador alemán August Ludwig von Schlözer y otros intelectuales contemporáneos de Grégoire, sobre todo alemanes, rechazaron la precisión de esa asociación, una asociación estrechamente unida al movimiento del… ¡Romanticismo! Como es la vida, el vandalismo y el romanticismo mezclados. Es decir, el mundo no está loco ahora; viene de atrás.
Denuncias anteriores de actos vandálicos incluyen no sólo (yo, de vieja que soy, le pongo tilde a ‘sólo’ cuando es de ‘solamente’, como era antes; ahora la RAE autoriza la palabra sin tilde, o sea, vandalizaron al solo) a los vándalos sino también a otro pueblo germánico, los godos. Así, en 1517, Rafael, en una carta al Papa León X, denuncia como “godos y vándalos” a los saqueadores de los restos arqueológicos en Roma, con el objetivo de embellecer a sus casas. Ven que desde siempre ha habido gente mala.
En 1734, el filósofo de la naturaleza John Theophilus Desaguliers, estrecho colaborador de Isaac Newton, denunció a Descartes y otros críticos de Newton, como “un ejército de godos y vándalos del mundo filosófico”. Ahí, el tema es más espeso, como el cocho con cuchara parada.
En ocasiones, se ha pretendido justificar el vandalismo por motivos morales o estéticos. Durante la guerra franco-prusiana, Gustave Courbet, figura principal de la pintura del Realismo, propuso el derribo de la columna Vendôme -aunque algunas fuentes señalan que sólo propuso su traslado a otra ubicación- por ser símbolo del militarismo de Napoleón. Poco después, durante la Comuna de 1871, la columna fue derribada, y tras la supresión de la Comuna, Courbet fue acusado de instigar los hechos y condenado a seis meses de cárcel, además de pagar los gastos de su reparación. No me crean una sabia por todos estos detalles. Está todo en los libros. Basta leerlos.
Y, termino porque me estoy alargando demasiado. Les repito: Ven que son viejas las palabras vandalizar, vandalismo y vándalos. La gran incógnita es: ¿Se seguirá usando? Yo creo que sí porque hay mucho odio. Pero del odio les escribiré otro día. Gracias, señor director por la paciencia.
Rosalía Lourdes Andrade Y.
