Señor Director: El área sanitaria es compleja. Contiene mercados imperfectos con mucha asimetría de información y múltiples regulaciones que buscan mejorar la seguridad de los pacientes.
La medida anunciada por el Ministro de Economía de vender medicamentos fuera de farmacias omite las consecuencias sanitarias e inmediatamente nos preguntamos: ¿Esta medida contempla la calidad de vida de los ciudadanos?
Recurramos a las estadísticas. Implementar esta iniciativa gubernamental provocaría aumentar la cifra de 11 mil chilenos internados y más de 100 muertos por uso excesivo de fármacos. Por otro lado, no se considera un aumento de presupuesto para las SEREMI de Salud ni para el Instituto de Salud Pública para que fiscalicen el aumento de establecimientos, lo cual preocupa ya que en la actualidad los recursos son deficientes.
Por último, si los datos del Ejecutivo son correctos, la baja de los medicamentos sería sólo de un 8%, lo que en la realidad de medicamentos de venta directa que cuestan en promedio $2.000 sería de tan solo $160, que hoy en día no alcanza para mucho y no afectará de manera significativa el gasto de bolsillo.
Creo que avanzar, sin medir consecuencias, es un error, especialmente cuando nos encontramos apostando con la salud de los chilenos.
Jorge Cienfuegos Silva
Académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello