Santo Tomás Iquique está formando a estudiantes para ser parte de una brigada ambientalista.
Con el objetivo de contribuir activamente al cuidado del entorno y responder a los desafíos ecológicos que enfrenta la región, Santo Tomás Iquique continúa reforzando su compromiso territorial a través de la asignatura Vigilantes Ambientales del Área de Ciencias Básicas. Un espacio formativo que permitió a 17 estudiantes de Psicología desarrollar propuestas concretas para abordar problemáticas ambientales locales.
El rector de sede, Roberto Varas, indicó que esta asignatura de carácter electivo se alinea a los valores tomasinos y “brinda herramientas para analizar problemas ambientales reales y formular propuestas y soluciones aplicables al territorio que habitamos, fortaleciendo nuestra Vinculación con el Medio”.
La directora del Área de Ciencias Básicas de sede Iquique, Paula Salinas, destacó que el curso se ha consolidado como un puente entre la academia y las instituciones públicas. “Este semestre nos vinculamos con la Seremi de Medio Ambiente para así conocer problemáticas reales de Tarapacá. Realizamos salidas a terreno, como a Pisagua -área protegida- donde observaron ecosistemas, fauna y las dificultades que enfrenta la comunidad. A partir de esas experiencias los y las estudiantes han elaborado propuestas perfectamente viables de ejecutar”.
DEL AULA A LA ACCIÓN
Una de las propuestas se enfocó en visualizar que la contaminación lumínica afecta gravemente a las Golondrinas de Mar, especialmente a sus polluelos en el primer vuelo nocturno que emprenden. En vez de dirigirse naturalmente hacia el mar, son atraídos por luces urbanas e industriales, lo que provoca desorientación, choques y caídas.
Esta situación llamó la atención de un grupo de trabajo conformado por Baythiare Ibáñez, Nicolás Aruquipa, Kimberly Leguat y Martín Hidalgo, quienes proponen la generación de un espacio protegido que sirva de refugio para estas aves costeras.
Debemos tener en cuenta que en Tarapacá diversas especies migran y nidifican en la zona, y se ha registrado un aumento de aves encontradas desorientadas cerca de luminarias en sectores de Iquique y Alto Hospicio, donde voluntarios realizan rescates frecuentes debido al impacto directo de la iluminación artificial.
A raíz de esta situación Nicolás Aruquipa, manifestó que “muchas veces se habla de realizar cambios, pero cuesta verlo en acción. En Santo Tomás fomentan el valor de la empatía desde el inicio de nuestra carrera y crear esta propuesta es aportar de forma concreta al cuidado de nuestro entorno y su fauna”.
Debido al interés y la pertinencia de los proyectos desarrollados, Santo Tomás Iquique anunció la creación de una Brigada de Vigilantes Ambientales que buscará reunir a estudiantes de distintas carreras y promover acciones de impacto directo en la comunidad tarapaqueña a partir del 2026.








